martes, 8 de noviembre de 2011


EL SOLDADO DE VIETMAN

-Mamá, Papá. Voy de regreso a casa, pero les tengo que pedir un favor, traigo a un amigo que me gustaría que se quedara con nosotros.

-Claro. Le contestaron. -Nos encantaría conocerlo.

-Hay algo que deben de saber, él fue herido en la guerra. Pisó en una mina de tierra y perdió un brazo y una pierna. No tiene a donde ir, y quiero que venga a vivir con nosotros a casa.

-Siento mucho el escuchar eso hijo. A lo mejor podemos encontrar un lugar en dónde él se pueda quedar.

-No, Mamá y Papá, yo quiero que él viva con nosotros.

-Hijo, le dijo el padre, -tú no sabes lo que estás pidiendo. Alguien que esté tan limitado físicamente puede ser un gran peso para nosotros. Nosotros tenemos nuestras propias vidas que vivir, y no podemos dejar que algo como esto interfiera con nuestro futuro. Yo pienso que tú deberías regresar a casa y olvidarte de esta persona. Él encontrará una manera en la que pueda vivir él solo.

En ese momento el hijo colgó el teléfono y los padres no volvieron a escuchar de él.

Unos cuantos días después, recibieron una llamada telefónica de la policía de San Francisco. Su hijo había muerto después de haber caído de un edificio. Creían que se trataba de un suicidio.

Los padres, destrozados por la noticia, volaron a San Francisco y fueron llevados a la morgue de la ciudad para identificar a su hijo. Ellos lo reconocieron, y para su horror descubrieron algo que no sabían... Su hijo tan sólo tenía un brazo y una pierna...




No hay comentarios:

Publicar un comentario